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Daños colaterales del Covid-19

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La llegada de la pandemia del SARS-Cov2 ha afectado a miles de personas en todo el mundo; niños, jóvenes, adultos mayores y enfermos crónicos. Sin embargo, los que componen este último grupo han acusado doble recibo. No sólo tienen mayor posibilidad de desarrollar la enfermedad de forma grave, sino que también han visto perjudicados por la falta de continuidad en sus tratamientos.


RECOMENDACIONES IMPORTANTES

Las primeras recomendaciones de la autoridad sanitaria se enfocaron en suspender gran parte de atenciones ambulatorias y que los pacientes crónicos sólo se presentaran en un centro médico si una urgencia lo ameritaba. Sin embargo, esto ha repercutido -según el Ministerio de Salud- en una cantidad significativa de pacientes (más del 20%) que han dejado de acudir a centros asistenciales por sus controles o retiro de sus medicamentos, exponiéndose a descompensaciones de enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes o el VIH, y a los riesgos propios de sus patologías que hoy –más que nunca- se deben evitar.

Por esto, se hace imprescindible fortalecer acciones como las atenciones a distancia y los seguimientos y visitas que realizan profesionales de centros de atención primaria para que estos pacientes sigan las medidas de cuidado y adherencia a sus tratamientos. La falta de cumplimiento de sus terapias farmacológicas no sólo disminuiría su calidad de vida, sino que también podría traer consecuencias clínicas graves, elevando los índices de hospitalización, aumentando el riesgo de contagio por Covid-19 y de colapsar aún más los servicios sanitarios.

El Ministerio de Salud anunció hace unas semanas el fortalecimiento de los controles para enfermos crónicos, especialmente los programas de Cáncer, VIH e Hipertensión Arterial. Esto, sin dudas, ayudará a pesquisar de forma oportuna a los pacientes, evitando un agravamiento en su condición de salud.

Por último, el autocuidado en estos pacientes será clave en su bienestar. Los especialistas han hecho hincapié en la importancia de mantener hábitos saludables, que incluyen pautas de alimentación específicas y algo de actividad física que -además- contribuirá a mantener un equilibrio emocional. Hoy todos los involucrados deben ser parte activa del cuidado y la prevención.