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Diabetes y piel: Precauciones y cuidados para la fragilidad

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Conoce la enfermedad

Como ya lo mencionamos, la diabetes es una enfermedad crónica; quienes la padezcan tendrán que vivir gran parte de su vida con ella. Es producida por una gran cantidad de glucosa en la sangre que afecta directamente a la circulación de esta y por supuesto, al corazón. Hay 3 tipos principales:

- Tipo 1: Comienza antes de los 30 y su tratamiento consiste en un cambio radical de la ali-mentación, además de la aplicación de insulina a través de inyecciones.

- Tipo 2:  Es la más común y suele comenzar después de los 40, pero cada vez se ve más en jó-venes y adolescentes, ya que está ligada directamente a la poca actividad física y alimenta-ción desequilibrada.

- Gestacional: Proviene de una complicación en el embarazo y afecta al 10% de todos los embarazos en el mundo.

Gran parte de estos casos son prevenibles porque están asociados directamente a los hábitos y esti-lo de vida. Sin embargo, ya existe una gran parte de la población mundial que la tiene, por ende, es importante detectarla a tiempo y tener el diagnóstico correcto para poder vivir con ella sin sufrir consecuencias importantes que puedan afectar tu bienestar.

La piel y su resequedad

Este manto llamado piel está repleto de vasos sanguíneos que sufren por el aumento de la glucosa. Hace que se pierda el líquido que mantenía la hidratación y genera una resequedad muy molesta que puede terminar con comezón, heridas e incluso infecciones. La piel se vuelve muy frágil debido al agrietamiento, por lo que en estos casos la hidratación extrema se vuelve una necesidad para prevenir y también aliviar. 

Cuidados básicos para la piel

- Cuida tu alimentación: Desde que comienzas a padecer esta enfermedad el consumo de azúcar es lo que más influye en tu bienestar. Cuida tu consumo de alimentos dulces y tam-bién de carbohidratos. Recuerda que como te alimentas es como te sentirás. 

- Higiene: Lava tu piel con un jabón neutro o para pieles sensibles con agua tibia. ¡Nunca ca-liente! Ya que esto generará humedad dentro de tu piel y puede provocar heridas. Seca muy bien, especialmente entremedio de los dedos de los pies y sus pliegues.

- Revisa tu piel: Para detectar cualquier herida o infección es muy importante que inspec-ciones tus manos, pies y codos todos los días. Si encuentras un corte, ampolla o irritación debes tratarla inmediatamente.

- Hidratación: Después del lavado y secado, usa una crema especial para la resequedad. Dia-bet Tx se especializa en cremas para una hidratación extrema, incluso tienen productos con Urea para aquellos que tienen problema con su filtración en la sangre.

- Consulta a tu médico: Visita periódicamente a tu especialista de confianza para que revise tu piel y otros aspectos que pudieran afectarte.

Se vienen los días más húmedos y debes ser más precavido que nunca. Con estos cuidados, puedes prevenir lesiones, posibles infecciones y prepararte para sentirte bien este invierno.