Propósitos de año nuevo
Para muchos el cambio de año significa una oportunidad para empezar propósitos nuevos y retomar aquellos que quedaron pendientes como bajar de peso, ahorrar o comenzar con un estilo de vida más saludable.
Si bien son buenas iniciativas, la mayoría de ellas son abandonadas a mediados de febrero por la falta de constancia, volviendo a los viejos hábitos. Pero ¿y si nos proponemos cuidar de nuestra salud emocional?
Nuestro bienestar psicológico es un factor muy importante en nuestras vidas para alcanzar un estado vital pleno y provechoso, sin embargo, es un área que hemos dejado en absoluto olvido, desencadenando consecuencias graves como la depresión o estrés.
¿Quieres saber cómo mejorar nuestra salud mental? Aquí te damos algunos consejos.
Reconoce tus emociones negativas y acéptalas.
Nadie quiere sentirse triste o afrontar sus miedos. Pero estas emociones, al igual que las positivas, son parte de la vida y hay que aprender a convivir con ellas. Es poco común considerar como propósito de año nuevo la autoaceptación o evitar establecer relaciones enfermizas, pero comienza a considerarlo. Evita que las preocupaciones te ahoguen, vive tus duelos y no permitas que la tristeza y el dolor fomenten la aparición de nuevos miedos. Hazle frente a la sensación de soledad, reencuéntrate contigo misma, aprende de los errores y por sobretodo, ¡quierete un montón!
Date tiempo para ti
La vida se está moviendo a un ritmo más rápido que nunca, por lo que es importante para tu bienestar general que te concentres en ti misma y que te permitas disfrutar de la vida. Para hacer esto, necesitas un tiempo sólo para ti. Regálate la oportunidad de leer, meditar o simplemente sentarse en silencio en una posición cómoda, mientras te enfocas en aclarar tu mente o relajarte con una taza de café.
Aprende a organizarte
Para no estar corriendo a primera hora de la mañana, asegúrate de tener todo listo la noche anterior como preparar tu almuerzo, elegir tu atuendo y asegúrate de tener todo lo que necesita en tu bolsa. De esa manera, puedes levantarte sabiendo que tienes todo en orden.
Reconsidera las cosas en que pierdes tu tiempo.
¿Cuál es la forma más rápida de liberar tiempo?, Compartiendo tareas.
Todos debemos asumir responsabilidades tanto en el trabajo como en casa. ¿Qué tal si en lugar de completar ese informe sola, le pides ayuda a un colega? ¡Eso sería un gran alivio! ¿Están todos esperando la cena cuando llegas a casa?, pídeles que cocinen, aunque sea una noche a la semana. ¿Vas al supermercado todos los días para cenar?, intenta hacer las compras de una sola vez. Haciendo estos pequeños cambios podrías tener más tiempo para ti y menos para el estrés.
¡Mantente hidratado y activo!
Muchas personas no se dan cuenta de que estar deshidratada no solo causa dolores de cabeza, sensación de hambre y malestar, sino que también puede hacer que te sientas cansada. Si beber más agua no suena de lo más atractivo, ¿por qué no probar agua con sabor? Asegúrate de elegir aguas sin sabores artificiales o azúcares añadidos, edulcorantes o conservantes.
Además, intenta hacer ejercicio, probablemente te sentirás mucho mejor que aquellos que no lo hacen. Hacer ejercicio en la mañana también tiene sus beneficios, pero si no tienes tiempo para ir al gimnasio (o simplemente no quieres), trata de estacionar tu auto lo más lejos posible y camina rápidamente al trabajo.