¿Qué son las enfermedades cardiovasculares?
Seguramente has escuchado mucho sobre este tipo de patologías, pero ¿sabes por qué se producen? Las enfermedades cardiovasculares son un grupo de desórdenes del corazón y de los vasos sanguíneos. Estos problemas a menudo ocurren cuando la grasa y el colesterol se acumulan en las paredes del vaso sanguíneo (arteria). Con el tiempo, esta acumulación puede estrechar los vasos sanguíneos y causar problemas en todo el cuerpo. Si una arteria resulta obstruida, esto puede llevar a que se presente un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
¿Cuáles son los síntomas de un ataque al corazón?
Algunos de los síntomas que se pueden asociar a un infarto agudo son:
• Dolor o sensación de peso en el pecho.
• Dolor en el pecho que se extiende a uno o ambos brazos.
• Dolor en el pecho que se extiende al cuello o mandíbula.
• Dificultad para respirar.
• Sudoración.
Si presentas alguno de estos síntomas, dirígete de inmediato al Servicio de Urgencia más cercano.
El sobrepeso y la grasa son enemigos del corazón
La alimentación es el primer paso para tener un corazón sano, por lo tanto, comienza desde ya a reducir el consumo de grasa especialmente saturada y colesterol, que está presente en carnes rojas, leche entera, quesos amarillos, platos en base a crema y postres.
Si eres una persona consciente de que posee sobrepeso, debe modificar tu dieta, sumando el consumo de alimentos ricos en potasio como las legumbres, frutas y verduras, siempre guiándote de los consejos de un especialista.
Además, realizar actividades físicas durante al menos 30 minutos todos los días fortalece tu corazón y mejora el funcionamiento de tus pulmones.
Otros factores de riesgo
El tabaquismo, la hipertensión arterial, la diabetes y el sedentarismo son otros de los principales factores de riesgo, por lo tanto, evita el tabaco, consume más frutas y verduras y reduce al mínimo la sal de tus comidas, idealmente de 4 a 6 gramos al día (una tapita de lapicera). Esto mantendrá tu actividad cardiaca normal y evitará la deshidratación.
No olvides controlar tu glicemia, presión arterial y el peso. La medición constante de estos factores te ayudará a prevenir y evitar que presentes problemas de salud graves.
Si ya has medido tu presión arterial en días diferentes, y observas que se encuentra por sobre los límites establecidos, aun cuando te encuentres en reposo, podrías estar sufriendo de hipertensión.
¡Comienza a cambiar tus hábitos hoy, para cuidar tu corazón y prevenir enfermedades!