Descubriendo su piel
¡Lo que tanto esperaste! Por fin tú y tu hijo podrán salir a tomar el sol con más confianza. Pero ojo, podrás observar algunos cambios en su piel ¡Que no te asusten! Es muy común verles algunas erupciones cutáneas. Estas se originan en la piel húmeda del bebé. Debes tener cuidado con los derrames a la hora de comer, con su sudoración y la fricción en sus piernitas o brazos.
Algunos consejos para tener en cuenta son lavar su cara y cuello antes y después de la alimentación, luego secar y masajear suavemente en las áreas afectadas. Nuestra receta para cuidar la piel de tus pequeños durante esta temporada, es no entrar en pánico con las primeras señales de alergia y consultar con tu médico si la erupción no mejora, se vuelve llorosa o se está propagando, esto podría indicar una infección, por lo que debes consultar a su médico de cabecera.
Ojo con los cambios de temperatura
Lo mismo que podemos sufrir nosotros, podría ser mucho muchísimo más fuerte para ellos. Por lo mismo, si de cambios de temperatura se trata, no olvides tomar en cuenta nuestra segunda receta para disfrutar con tu bebé esta primavera. Dale espacio para que goce como se merece los días de sol. Pero recuerda que su piel es tan sensible que debes tratar siempre de no exponerla al sol directamente y aplicarle factor de protección solar.
Si tus niños son más grandes, de todas maneras, deberás estar atenta, ya que durante esta época del año hay momentos en que hace frío, y al minuto hace calor. Lo correcto es mantenerlo en observación; no es bueno que suden, pero que tampoco pasen frío. Deberás revisarlo constantemente para cambiarlo si está muy sudado o abrigarlo si está frío.
Hora del baño
Durante estos cálidos días, tus niños estarán más en contacto con la tierra y es probable que los baños sean más recurrentes. Los más pequeños no necesitan un baño todos los días; dos o tres veces a la semana está bien. En los otros días, es posible que prefieras limpiarle suavemente la cara, el cuello y las manos.
Nuestra receta será disfrutar la hora del baño junto a tus hijos como una experiencia relajante y de unión. Elige un momento en el que no te interrumpan. Es mejor si el bebé está contento y alerta, no tiene hambre, está lleno o está cansado. La mayoría de los bebés encuentran que el agua tibia es relajante, por lo que un baño por la noche puede ayudar a calmarlos después de un día activo de juegos.
El baño solo necesita tener entre 12 y 15 cm de profundidad y la temperatura debe estar entre 36 y 37 ° C. Para comprobar la temperatura, un truco es sumergir un codo o muñeca. El agua debe sentirse caliente, pero no uses los dedos ya que esta parte del cuerpo puede tolerar temperaturas mucho más altas. Cuando ejecutes el baño, comienza con agua fría y recarga con agua caliente.